La situación agrícola se encuentra en un momento crítico. Según Ortolani, la sobreoferta mundial de trigo y maíz está alterando el equilibrio del mercado, con implicaciones significativas para la producción en Argentina. “Hemos visto un rinde sorprendentemente alto en nuestro país, aunque esto puede afectar negativamente la calidad del grano, ya que en algunos casos el porcentaje de proteína se reduce con mayores rendimientos”, advierte la experta.

Una Tormenta de Ruido en el Mercado de Trigo

La sobreoferta ha creado “un ruido considerable en el mercado”, llevando a la industria a replantear su estrategia de liquidación. Inicialmente, se estableció un 90%, pero actualmente se está operando a un 95% de liquidación. “El productor ha vendido menos trigo del habitual, reportando un descenso de 3 millones de toneladas en comparación con años anteriores”, observa Ortolani, lo que deriva en una mayor vulnerabilidad para los agricultores, quienes deben afrontar la “necesidad” que se convierte en presión.

Consejos para los Productores en un Escenario Desafiante

En medio de este panorama, Ortolani sugiere a los productores que almacenen el trigo y consideren vender en marzo o julio, cuando se espera una mejor revalorización. Para aquellos con necesidades financieras urgentes, aconseja priorizar la venta de soja y maíz.

El maíz presenta otro desafío. Estados Unidos, con un incremento de 47 millones de toneladas, podría influenciar drásticamente el mercado. Además, el papel de China es fundamental, ya que controla casi el 61% del suministro global. “Cualquier movimiento del gigante asiático podría sumergir al mercado en una volatilidad inesperada”, indica.

Por el contrario, el panorama para la soja se muestra más alentador. Ortolani señala que, a diferencia de otros cultivos, la soja tiene un futuro más optimista. Sin embargo, advierte sobre la reacción exagerada ante el reciente acuerdo entre China y Estados Unidos: “Los anuncios no reflejan completamente la realidad de lo que se ha concretado”.