La minería de Bitcoin en crisis: cae el precio del hash mientras la potencia de cómputo alcanza niveles récord
La minería de Bitcoin enfrenta un momento crítico: la tasa de hash alcanza cifras históricas, pero el precio del hash se desploma, creando un panorama desafiante para los mineros.
La minería de Bitcoin atraviesa un periodo contradictorio. Aunque la tasa de hash de la red sigue subiendo y alcanza un récord histórico, el valor del hash ha caído a u$s37,48 por petahash por segundo (PH/s), un nivel nunca antes visto. Este descenso pone de manifiesto la creciente presión sobre la rentabilidad de los mineros.
¿Por qué cae el precio del hash?
El costo de minería se ve afectado por la reducción de las comisiones on-chain, que actualmente representan solo el 0,73% de los ingresos de los mineros. Además, los halvings de 2020 y 2024 han reducido a la mitad las recompensas por bloque, obligando a los mineros a depender más de las tarifas de transacción.
Dificultad de minado en niveles máximos
Con una actividad on-chain disminuida y la dificultad de minado en máximo histórico, los márgenes de ganancia han comenzado a apretarse de manera alarmante. Este contexto genera una dualidad interesante: aunque la tasa de hash —que indica la potencia total de cómputo en la red— continúa creciendo, el precio del hash en declive significa que los mineros obtienen menos ingresos por unidad de potencia.
¿Qué futuro le espera a la minería de Bitcoin?
Ante esta situación, la industria podría experimentar una consolidación, con fusiones entre empresas para optimizar costos. También se vislumbra la posibilidad de integrar inteligencia artificial (IA) en la infraestructura para diversificar las fuentes de ingreso.
Un panorama desigual
Sin embargo, si la tendencia persiste, es probable que muchos mineros menos eficientes se vean obligados a salir del mercado. Esto podría, a largo plazo, equilibrar la dificultad y mejorar la rentabilidad para aquellos que logren continuar operando. La caída del precio del hash también subraya la creciente profesionalización del sector; los grandes operadores, equipados con energía más económica y maquinaria avanzada, pueden resistir mejor que los mineros más pequeños, que enfrentan un entorno cada vez más hostil.
La minería de Bitcoin alcanza niveles de dificultad inéditos, chocando con un precio del hash en caída.
