Una alucinación conlleva la
percepción de algo (una visión, un sonido, un olor) que no está
físicamente presente. Existen de
muchos tipos. Hay alucinaciones hipnagógicas, que ocurren cuando una
persona empieza a coger el sueño e incluyen sensaciones de caídas y
tropezones en una escalera, mientras que otras aparecen al despertar
(hipnopómpicas). La cromatopsia consiste en ver a todas las personas
y todas las cosas con el mismo color. Y en cuestiones de tamaños,
los pacientes que sufren alucinaciones liliputienses ven objetos y
sujetos minúsculos, mientras que a las víctimas de alucinaciones
gulliverescas les sucede lo contrario. La dismegalopsia consiste en
visualizar objetos con formas irregulares o extrañas, poco
habituales.
Las alucinaciones cenestésicas que afectan a la sensibilidad
visceral interna -por ejemplo “sentir” el flujo de sangre en los
vasos sanguíneos-, son muy comunes .
Fuente