Un destacado dirigente del peronismo ha señalado que “hay un juego que hay que saber jugar y es el de la polarización”, mientras los movimientos internos sugieren posibles fracturas dentro de sus filas. A medida que se acercan los días cruciales en el Congreso, la necesidad imperiosa de presentar una oposición unida frente al gobierno libertario se vuelve evidente, especialmente cuando las alternativas moderadas han mostrado ser ineficaces en el actual panorama electoral argentino.

Desafíos Internos y Estrategias de Unidad

La unidad se ha transformado en un mandato para el peronismo. Gobernadores que, hasta hace poco, establecían vínculos con La Libertad Avanza, encontraron la necesidad de alinearse nuevamente con las bases del partido al enfrentar la defensa de sus territorios. Este tono unificador se ha ilustrado claramente en los casos de Osvaldo Jaldo y Raúl Jalil, quienes lograron victorias significativas en Tucumán y Catamarca, respectivamente. Ambos, al encontrarse en medio de un ambiente polarizado, han reafirmado la importancia de un bloque sólido que enfrente a la oposición libertaria.

El Riesgo de Cambios en las Reglas Electorales

Sin embargo, el entorno del peronismo enfrenta un nuevo desafío: la posible eliminación de las PASO, que podría beneficiar considerablemente a La Libertad Avanza, liderada por Javier Milei. En este sentido, los líderes peronistas están conscientes de que la falta de internas podría obligarlos a forzar una unidad que, de no estructurarse adecuadamente, podría resultar dañina para el partido.

Conducción y Futuro en la Provincia de Buenos Aires

Un primer paso para organizar las disputas internas podría ser el establecimiento de la conducción del partido en la provincia de Buenos Aires. Un intendente ha advertido que, si no se celebran internas ordenadas, será indispensable fortalecer la unidad. Máximo Kirchner, por su parte, está decidido a mantener su posición y recuerda que sus llamados a internas en el pasado no atrajeron apoyo. Esto ha llevado a la promoción de candidaturas alternativas, como la que sugieren algunos sectores del Movimiento al Futuro, a pesar de que otros consideran que esta estrategia busca forzar un acuerdo hacia una lista de unidad encabezada por figuras consensuadas.

La Contienda Presidencial a la Vista

En el horizonte electoral, todavía no hay un dirigente con una candidatura presidencial firme. El tiempo corre, y como ha señalado un miembro del partido, la construcción de un liderazgo sólido debería comenzar antes de las definiciones electorales. Tras la derrota en Buenos Aires, Axel Kicillof se ve en una posición complicada, con su liderazgo ahora cuestionado por otros jefes territoriales que lograron victorias en sus jurisdicciones.

A pesar de las dificultades, hay voces que consideran que Kicillof aún tiene una oportunidad si logra cambiar su narrativa. “No se elige a una víctima”, se argumenta, enfatizando la necesidad de que un líder presente soluciones a los problemas de los ciudadanos, en lugar de lamentar situaciones adversas. En este sentido, el futuro del peronismo podría depender del equilibrio entre la figura de Kicillof y la influencia de Cristina Kirchner, cuya relevancia sigue siendo innegable en el panorama político actual.