Un Testigo Clave en el Juicio del Caso Cuadernos

Con una actitud reservada, Manzanares se ha mantenido alejado de la atención mediática, pero ha sido convocado a declarar en el juicio del caso Cuadernos, un escándalo que sacude a la política argentina. Recientemente, Cristina Kirchner lo acusó de ser «extorsionado», al igual que otros colaboradores en el caso.

Un Pasado Duro y Decisiones Críticas

Su vinculación con la familia Kirchner se complicó a partir de 2017, cuando fue detenido y trasladado al Penal de Marcos Paz. Aislado de su familia y sin apoyo de los Kirchner, Manzanares enfrentó un periodo de tristeza y enojo, lo que lo llevó a tomar la trascendental decisión de convertirse en imputado colaborador tras seis meses de reflexión.

Las Confesiones de Manzanares

En su testimonio, el ex contador reveló detalles impresionantes sobre su implicación en actividades ilícitas, incluyendo operaciones de lavado de dinero que ascendieron hasta millones. En este contexto, Manzanares destacó su intención de «hacer feliz a Daniel Muñoz», delineando cómo su papel iba más allá de la avaricia.

El Laberinto Judicial y su Preocupación Familiar

Consciencia de los peligros que su testimonio puede acarrear, Manzanares ha priorizado la protección de su familia. Busca mantener un perfil bajo mientras espera el juicio en el Tribunal Oral Federal 7, donde su voz se alzará por primera vez ante Cristina Kirchner.

La Confesión Impactante

Durante sus declaraciones, manifestó que su intención nunca fue beneficiarse, sino asumir la responsabilidad por sus acciones. Detalló cómo, entre 2009 y 2010, concebía maneras de lavar dinero a través de la adquisición de propiedades y negocios en diversas localidades y países.

Una Vida Atravesada por el Lavado de Dinero

Manzanares describió un notable flujo de dinero, explicando cómo se facilitaron operaciones para integrar fondos ilícitos en la economía legítima mediante la compra de farmacias, terrenos y otros activos. Con un relato que revela un trasfondo complejo, su testimonio representa un cambio fundamental en su vida y una colaboración inesperada con la justicia argentina.

El Futuro de Manzanares

Más allá de las dificultades, vive con una calma inquietante y una frase recurrente: «No me inquieta, estoy en paz». Un rasgo que sugiere que, a pesar del caos, busca un camino hacia la normalidad en medio de la tempestad judicial que lo rodea.