Durante las protestas contra la violencia y la gestión del gobierno de Claudia Sheinbaum, miles de ciudadanos, en su mayoría jóvenes de la «Generación Z», alzaron sus voces para demandar respuestas tras el asesinato de figuras políticas. La tensión aumentó dramáticamente el sábado frente al emblemático Palacio Nacional.

Enfrentamientos y Desalojo

Los manifestantes se congregaron para expresar su descontento, pero la situación escaló cuando algunos de ellos comenzaron a retirar el vallado que protege la residencia presidencial. La policía, para controlar a la multitud, utilizó gas lacrimógeno, resultando en una fuerte confrontación que dejó en el saldo a más de 100 agentes heridos.

Detenciones y Reacciones Oficiales

Tras los incidentes, Pablo Vázquez, secretario de Seguridad de la Ciudad de México, anunció al menos 20 detenciones bajo cargos de robo y agresión. Mientras tanto, la presidenta Sheinbaum expresó su apoyo a la libertad de expresión, pero cuestionó quién estaba detrás de la organización de las protestas, sugiriendo que estaban financiadas por opositores políticos.

El Eco del Asesinato de Carlos Manzo

Uno de los catalizadores de estas movilizaciones fue el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, ocurrido el 1 de noviembre. Manzo, conocido por su lucha contra la violencia y los cárteles de la droga, fue recordado por los manifestantes, quienes proclamaron «todos somos Carlos Manzo» en sus pancartas.

La Voz de la Generación Z

Las manifestaciones, impulsadas en gran parte por jóvenes, son una clara señal del descontento hacia la inacción gubernamental ante la creciente inseguridad. Esta movilización se suma a otras en ciudades como Guadalajara, donde el clamor por justicia se hace cada vez más fuerte.

El acontecimiento refleja un momento crítico en la política mexicana, donde los ciudadanos demandan respuestas y cambios para garantizar su seguridad y derechos. Con cada voz que se alza, se refuerza la demanda de una verdadera respuesta frente a la crisis que enfrenta el país.