El pasado domingo 16 de noviembre, alrededor de 15 millones de chilenos acudieron a las urnas en una votación histórica, dado que el voto es obligatorio. En un clima de creciente descontento hacia la política tradicional y la inseguridad, ambos candidatos emergieron como figuras antagónicas pero complementarias, prometiendo restaurar la paz en un país ansioso por soluciones efectivas.

Jeannette Jara: La Voz de la Izquierda Moderada

Jeannette Jara, de 51 años, se ha convertido en la principal candidata del oficialismo, rompiendo con las etiquetas tradicionales. Considerada como una «comunista disidente», su enfoque pragmático y su capacidad de diálogo resuenan en una amplia coalición de centroizquierda que la respalda. Nacida en El Cortijo, un barrio de escasos recursos en el norte de Santiago, Jara ha trabajado en diversas ocupaciones mientras se formaba en administración pública y leyes.

Su ascenso se produjo durante el gobierno de Boric, donde como ministra de Trabajo implantó reformas significativas, incluyendo la reducción de la jornada laboral. Su imagen de «disidente» dentro del Partido Comunista le ha permitido ganarse el apoyo de aquellos que buscan un cambio sustancial en la seguridad y la gestión migratoria.

“Chile es como una familia”, repite Jara en sus discursos, promoviendo la unidad en la diversidad. En esta campaña, ha puesto un fuerte énfasis en la seguridad pública, prometiendo que será una de sus prioridades desde el primer día en el cargo.

José Antonio Kast: La Fortaleza de la Derecha

En la otra esquina, José Antonio Kast, a sus 59 años, se ha consolidado como la figura emblemática de la derecha en Chile. Hijo de un exsoldado nazi y con un hermano vinculado al régimen de Pinochet, Kast ha capitalizado su imagen a lo largo de tres campañas presidenciales. Como líder del Partido Republicano, que fundó en 2019, ha enfocado su campaña en un mensaje claro: mano dura contra el crimen y repatriación de inmigrantes irregulares.

A pesar de su conocido enfoque conservador, en esta ocasión ha evitado temas como el aborto para concentrarse en la seguridad. Sus actos han incluido gestos que refuerzan su mensaje de protección, como hablar detrás de un vidrio blindado. Declarando que lleva un revólver para protegerse, Kast ha prometido reforzar las fuerzas policiales y acelerar las expulsiones de inmigrantes.

A medida que se aproxima el balotaje, ambos candidatos deberán consolidar sus bases y atraer a indecisos en una elección que promete profundizar la ideología que divide a Chile.