La historia de Jair Bolsonaro con la justicia brasileña se volvió más dramática cuando, en un acto insólito, el exmandatario intentó quemar su pulsera de monitoreo. En una conversación con un agente de policía, confesó haber dañado el dispositivo utilizando un soldador, lo que llevó a las autoridades a tomar acción.

Un acto inesperado: el intento de destrucción de la pulsera

Durante el diálogo, la policía cuestionó a Bolsonaro sobre cómo había logrado iniciar el daño, a lo que él respondió con despreocupación: “Le puse un fierro caliente”. El hecho, aunque sorprendente, no parece ser un simple capricho, sino parte de una estrategia relacionada con su situación judicial.

Arresto preventivo: las decisiones de la justicia

El Tribunal Supremo Federal, tras ser informado sobre la violación de la monitorización, reaccionó rápidamente. El juez Alexander de Moraes ordenó su detención preventiva, señalando que existía un plan de fuga, que incluía buscar asilo en embajadas cercanas. Bolsonaro fue trasladado a un centro de detención de la Policía Federal, donde se le asignó un espacio que, si bien es seguro, no es una prisión convencional.

Condiciones de detención

El ex presidente, ahora de 70 años, se encuentra en una habitación de 12 metros cuadrados, equipada con comodidades como aire acondicionado y baño privado. A pesar de su situación legal, se le permite acceso a rayos de sol y actividades que aseguran su salud.

Plan de fuga y manifestaciones

Los informes indican que el intento de destruir su tobillera se produjo justo antes de una manifestación organizada por su hijo, el senador Flavio Bolsonaro. La corte ha expresado su preocupación de que dicha concentración de seguidores pudiera facilitar un intento de escape.

La decisión judicial resalta la importancia de la vigilancia continua y el potencial que representa la proximidad a las embajadas para un futuro escape.

Reacciones ante el arresto

La defensa de Bolsonaro ha mostrado su sorpresa ante esta situación, especialmente al considerar que el evento de oración, convocado por su hijo, ha sido uno de los motivos para la detención preventiva.

Analistas políticos interpretan estos acontecimientos como un triste epílogo en la carrera de un ex líder que, hasta hace poco tiempo, se mostraba firme en su posicionamiento, pero ahora enfrenta graves desafíos legales.