Alerta Amarilla: Incremento de Actividad en el Volcán Planchón-Peteroa de Mendoza
La actividad reciente del volcán Planchón-Peteroa ha encendido las alarmas en Mendoza, donde se ha declarado una alerta amarilla tras la emisión de cenizas que ascendieron 1.100 metros sobre el cráter. El monitoreo constante es esencial para garantizar la seguridad de la región.
El Servicio Geológico Minero (SEGEMAR) ha activado una alerta amarilla debido al aumento de actividad en el volcán Planchón-Peteroa, ubicado en Mendoza. Esta alerta se generó tras detectar una nueva emisión de cenizas que alcanzó altitudes significativas. Las autoridades están llevando a cabo un monitoreo constante dado que se anticipan posibles nuevas emanaciones en los próximos días.
El Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (OAVV) emitió un comunicado en el que se detalla que el nivel de alerta técnica del volcán es de color amarillo. Se han observado pulsos leves de gases y la presencia de ceniza fina, aunque por el momento no hay indicios de una erupción mayor.
Impacto de las Emisiones de Ceniza
Las emisiones recolocadas de ceniza, que han impactado principalmente a la localidad de Malargüe y a la ciudad de Bardas Blancas, representan un riesgo potencial para la calidad del aire y la visibilidad en la región, así como para las operaciones aéreas que conectan Argentina y Chile. El seguimiento adecuado es crucial para prevenir complicaciones.
Expertos en Acción
El Dr. Pablo Brian Forte, especialista en Ciencias Geológicas del SEGEMAR, destacó que en los últimos ciclos eruptivos se han registrado explosiones pequeñas alrededor del cráter, algunas de las cuales alcanzaron alturas de hasta tres kilómetros. Este monitoreo es vital, ya que los sensores sísmicos continúan detectando actividad en profundidad, lo que sugiere la posibilidad de nuevas emanaciones de ceniza y gases.
¿Qué Significa la Alerta Amarilla?
Una alerta amarilla no implica una erupción inmediata, sino que indica que la actividad del volcán ha superado los niveles normales. Esto requiere un seguimiento más riguroso y la emisión de informes regulares sobre la situación actual del volcán.
Los sistemas de alerta volcánica permiten clasificar la actividad desde verde (normal) hasta rojo (erupción inminente), garantizando así una respuesta adecuada ante cualquier eventualidad.
Gracias a los esfuerzos de los observatorios vulcanológicos, se puede realizar un seguimiento detallado en tiempo real, utilizando tecnología específica y sensores remotos para medir los parámetros vitales alrededor del volcán.

