Durante su plegaria del Ángelus en la Plaza de San Pedro, el Papa León XIV transmitió un mensaje considerablemente potente. Ante miles de fieles, instó a la humanidad a rechazar la indiferencia ante la brutalidad y el sufrimiento que persiste en diferentes rincones del mundo.

Un Clamor por la Paz

“No podemos acostumbrarnos a la guerra y la destrucción”, enfatizó el Papa, apuntando a las numerosas heridas que afectan al mundo, unidas por un sufrimiento compartido. Retomando su catequesis, reforzó la importancia de combatir la persecución y discriminación religiosa que sigue presente en variedades de regiones.

Violencia en África: El Caso de Kivu del Norte

El mensaje del Papa se centró en la grave situación en la República Democrática del Congo, donde un reciente ataque en Kivu del Norte reveló la alarmante violencia que sufren comunidades enteras. León XIV destacó un ataque por parte de las ADF (Fuerzas Democráticas Aliadas) en un centro de salud dirigido por monjas, donde muchas vidas se vieron truncadas. “Oremos para que cese toda violencia y que los creyentes unan esfuerzos por el bien común”, exhortó.

Ucrania: Una Nación en Crisis

En un claro mensaje de solidaridad, el Papa habló sobre los continuos bombardeos en Ucrania, mencionando las devastadoras consecuencias de los ataques rusos en la capital, Kiev. “Estos ataques no perdonan a los niños y afectan a la infraestructura civil, dejando a innumerables familias sin hogar en este crudo invierno europeo”, lamentó. Desde la Santa Sede, subrayó: “Oremos por una paz justa y duradera en la martirizada Ucrania”.

Solidaridad Internacional: Tragedia en Perú

León XIV también hizo una pausa para rendir homenaje a las víctimas de una reciente tragedia en Perú, donde un accidente de autobús dejó 37 fallecidos y numerosos heridos en la peligrosa carretera Panamericana Sur. En su mensaje, expresó su cercanía con las familias afectadas y ofreció sus condolencias, resaltando la necesidad de mejorar las condiciones de seguridad vial en el país.

Un Llamado a la Ética Internacional

El pedido del Papa se enmarca dentro de un creciente llamado a restablecer un enfoque ético basado en el diálogo y la justicia humanitaria. En un mundo que parece haberse acostumbrado a la guerra y al sufrimiento, la Santa Sede busca reafirmar su papel como una voz moral que incita a la comunidad global a reaccionar y construir la paz.

En su discurso, el Papa instó a todos a recuperar la capacidad de conmoverse, detener la violencia y trabajar juntos hacia un futuro más pacífico para la humanidad.