Karina Milei: La Funcionaria con Peor Imagen en el Gabinete de su Hermano
Un reciente estudio de la Universidad de San Andrés revela la alarmante percepción negativa que tiene la sociedad sobre Karina Milei, un dato preocupante para el oficialismo a medida que se acercan las elecciones.
Resultados Impactantes de la Encuesta
La investigación, realizada entre el 12 y el 20 de noviembre con una muestra representativa de 1.005 adultos de todo el país, pone a Karina Milei en el foco de atención debido a su saldo de imagen de –45 puntos. Con un desalentador 65% de imagen negativa frente a solo un 20% de positiva, su figura se posiciona como la menos valorada dentro del gabinete de su hermano, el presidente Javier Milei.
Opiniones y Preocupaciones Ciudadanas
La encuesta revela que, en general, ningún miembro del gabinete logró captar una imagen positiva. Karina aparece como la más afectada, identificando la ciudadanía como principales problemas los bajos salarios (34%), la corrupción (31%) y la falta de empleo (30%).
Impacto en las Aspiraciones Electorales
La mala percepción de Karina Milei puede repercutir en las proyecciones electorales del oficialismo. Se rumorea que podría aspirar a la candidatura a vicepresidenta en una fórmula Milei-Milei para 2027 o incluso a liderar la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como jefa de Gobierno. Esta última estrategia busca captar el apoyo del electorado porteño y desafiar al partido Propuesta Republicana (PRO).
Escándalos que Agravan la Situación
Sin embargo, la situación se complica con dos escándalos que empañan la imagen del gobierno y su figura. El primero es el conocido “Coimagate”, que investiga un esquema de sobreprecios y sobornos en la compra de insumos durante la presidencia de su hermano, donde Karina es mencionada. El segundo escándalo involucra la criptomoneda Libra, relacionada con un token que actualmente está bajo investigación judicial.
Consecuencias en la Estrategia del Gobierno
Este contexto de crisis de imagen, sumado a los escándalos, no solo plantea desafíos para Karina Milei, sino que también compromete la estrategia electoral del oficialismo, que esperaba presentarla como un símbolo de renovación y cambio. Dado que la corrupción figura como la segunda preocupación de los ciudadanos, el deterioro de la imagen de Karina podría arrastrar la marca política del entorno oficialista.
