Liberación de Juan Carlos R. I.: Un Caso de Injusticia y Resiliencia
La historia de Juan Carlos R. I. es un recordatorio escalofriante de los peligros de las acusaciones falsas. Después de más de dos años en prisión, un tribunal lo absolvió tras un juicio que reveló la debilidad de las pruebas en su contra.
Juan Carlos R. I. recuperó su libertad tras más de dos años de encarcelamiento debido a una acusación infundada. El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N° 20 decidió absolverlo después de que la fiscalía solicitara no formular cargos, aunque la decisión llegó demasiado tarde. Durante su estancia en prisión, sufrió tuberculosis, lo que añadió al sufrimiento del encarcelamiento.
Los Hechos que Derivaron en la Acusación
El caso se originó cuando Juan Carlos denunció que su hijo, menor de edad en ese entonces, había sido víctima de abuso por parte de una mujer adulta. En un giro inesperado, la misma mujer presentó una contradenuncia contra Juan Carlos y su hijo, así como un tercero a quien identificó erróneamente como «el cerrajero». En este punto, la Comisión 1309 de la Facultad de Derecho de la UBA asumió la defensa, dedicándose a reconstruir el caso con rigor legal.
La Defensa y el Papel Clave de la Comisión 1309
Bajo la dirección de Walter Reinoso y la abogada María de los Ángeles Giménez, apoyados por el académico Martiniano Terragni, el equipo de la comisión trabajó incansablemente en el caso. Su enfoque minucioso ayudó a exponer que la única base de la acusación provenía del testimonio contradictorio de la mujer denunciante.
Inconsistencias que Debilitaron la Acusación
Durante el juicio, testigos convocados por la fiscalía admitieron que su conocimiento de los hechos derivaba únicamente de lo dicho por la denunciante. Sin embargo, sus relatos eran inconsistentes y se contradijeron en varios puntos clave. Esta falta de coherencia se convirtió en un factor decisivo que debilitó la acusación en contra de Juan Carlos.
Un Relato Revelador
El testimonio del menor, una vez convertido en adulto, fue fundamental. Reconoció que inicialmente había afirmado que la relación con la mujer era consensuada debido al miedo al «qué dirán». Con el tiempo, sin embargo, comprendió que había sido víctima de un abuso. Su nuevo relato respaldó la teoría de la defensa, que sostenía que la contradenuncia era un intento de encubrir el verdadero abuso sufrido por el menor.
La Decisión del Tribunal
Ante la falta de cargos formales, la auxiliar fiscal, Priscila Eisenchlas, solicitó la absolución de Juan Carlos. El Tribunal recordó que, sin una acusación fiscal sólida, no se puede condenar en un proceso penal. Esto llevó a la orden de absolución de Juan Carlos, quien había soportado un encierro injusto por más de dos años.
Implicaciones para Otros Involucrados
La decisión también benefició a Roberto S. M., quien fue acusado únicamente por la contradenuncia de la mujer. Durante el juicio, no se presentó evidencia que lo vinculara con el caso. La fiscalía, al igual que con Juan Carlos, solicitó su absolución, la cual fue concedida por el Tribunal.
Un Trabajo Integral y Comprometido
La labor de la Comisión 1309 fue esencial para alcanzar este resultado positivo. Su defensa se basó en un análisis exhaustivo de la evidencia, un seguimiento constante del caso y el apoyo a la familia de Juan Carlos. Formado por docentes experimentados y estudiantes avanzados, el equipo participó en todas las etapas del proceso y replicó su metodología en otros casos similares, siempre priorizando los derechos de los niños y adolescentes.
Un Esfuerzo que Valió la Pena
El caso exigió un gran esfuerzo académico y emocional. Cada testimonio, cada entrevista, y cada alegato preparado contribuyeron a demostrar la verdad detrás de las acusaciones. La experiencia adquirida fortalece la misión de la comisión en su labor de patrocinio jurídico gratuito, en el que ha intervenido en numerosas investigaciones significativas en los últimos años.
