La Dualidad Argentina: Entre el Progreso y la Privación
La economía argentina se manifiesta a través de una notable dualidad: un florecimiento en ciertos sectores, mientras que otros enfrentan estrechez y carencias extremas. Guillermo Oliveto, experto en consumo, presenta un panorama claro de esta fractura en la sociedad y el impacto que tiene en los hábitos de compra.
La Argentina se caracteriza por una marcada dualidad económica y social, según el análisis del especialista Guillermo Oliveto. Durante su participación en el Forum Pyme en Córdoba, indicó que esta división entre diferentes sectores de la población se refleja en sus patrones de gasto y en el estado de ánimo general.
El Efecto de la Euforia
En la cúspide de la pirámide social, donde habitan las clases alta y media-alta, se experimenta un ambiente de «vuelta a la euforia». Este sector, que representa aproximadamente el 30% de la población, reporta un aumento significativo en actividades como el turismo emisivo, que creció un 31%. Las ventas de autos, motos y productos premium han alcanzado niveles récord. A pesar de las dificultades que perciben en su entorno, sus hábitos de consumo siguen marcadamente orientados hacia experiencias exclusivas y bienes de alta gama.
La Realidad de las Clases Populares
Por otro lado, la situación es drásticamente diferente para la clase media baja y los sectores populares, que conforman el 60% de la población. Los miembros de estos grupos, que se autodenominan “clase remadora” y “en pobreza intermitente”, viven un día a día marcado por la restricción y la falta de opciones de consumo. Para ellos, la acumulación de deudas a través de tarjetas de crédito se convierte en un obstáculo ineludible, limitando incluso las compras más básicas.
Un Quiebre Social en Ascenso
El quiebre social se acentuó en la segunda mitad del año, con la aparición de un nuevo tipo de consumidor. A lo largo de 2025, se ha visto el surgimiento del “consumidor sacrificial”, quien enfrenta un cambio abrupto en su forma de comprar, asociando cada adquisición con dolor y renuncia. Esta transformación ha llevado a replanteamientos existenciales sobre el valor de cada esfuerzo y disfrute.
Consumo en Tiempos de Crisis
Mientras los artículos de lujo y los vehículos de alta gama experimentan un aumento de precios de hasta el 79%, los datos se invierten en el consumo masivo: supermercados, indumentaria y turismo receptivo siguen en caída. Incluso las opciones de compra de menor costo, como kioscos y almacenes, apenas presentan un crecimiento del 2.4%. En contraste, el sector de la construcción ha sufrido una debacle, con un desplome del 28% en su actividad.
Impacto Laboral en la Economía Familiar
El entorno laboral actual es un factor crucial en esta ecuación, con tasas de pobreza al 31.6% y una informalidad laboral que alcanza el 41%. La realidad se agrava con la pérdida de 200.000 empleos en sectores formales, lo que refleja un estancamiento que perdura desde hace más de una década. La tarjeta de crédito se ha convertido en un medidor de la situación económica, indicando que en las clases bajas está “detonada”.
El Futuro de la Clase Media
La noción de clase media en Argentina se encuentra en crisis. A pesar de que 29 millones de argentinos se consideran parte de este estrato, solo 20 millones lo son realmente. La percepción de bienestar, que tradicionalmente ha estado ligada al consumo, ha cambiado. Hoy, más del 60% de los encuestados reconoce haber tenido que renunciar a actividades esenciales que antes consideraban normales. La movilidad social también se ha visto comprometida, con solo un 27% de la población sintiendo que vive mejor que sus padres.
