Pues, una nueva terapia para regenerar las encías retraídas podría ser
exitosa a largo plazo y sería una alternativa mejor y mucho menos dolorosa a
la cirugía dental mayor. Una intervención de estas características consiste
en extraer tejido del paladar para utilizarlo como injerto en las encías
retraídas.
Lo cierto es que un reciente estudio, aunque de pequeña escala, trajo una
nueva luz para solucionar este problema. Según un trabajo realizado por la
Universidad Tufts, Boston, y que fue publicado en el Journal of
Peiodontology, un procedimiento conocido como regeneración guiada de tejido
(GTR, sus siglas en inglés) podría ser la solución.
Este estudio se centró en la técnica de GTR empleada en Tufts que consiste
en extraer sangre del paciente para obtener las plaquetas, ricas en un tipo
de proteínas llamadas factores de crecimiento, y que promueven la reparación
del tejido y la cicatrización.
Luego, se humedece con estas células una membrana de colágeno, que se sutura
en la raíz de la encía retraída. Los doctores Terrance Griffin y Wai Cheung
efectuaron este procedimiento sobre seis pacientes y observaron su evolución
en el tiempo.
En principio, tras seis meses, se corroboró que el nuevo tejido cubría las
raíces de dos tercios de los dientes tratados -que fueron un total de 37-.
Y, aún más, después de tres años, un 57 por ciento mantenía el recubrimiento
total de las raíces. Ante estos resultados, Griffin aseguró que el efecto
regenerativo es similar al que se obtiene con la cirugía tradicional con
injerto.
“El nuevo tratamiento reduce el dolor y el malestar, recubre excelentemente
las raíces y aumenta la satisfacción de los pacientes con los resultados.
Ahora sabemos que se mantiene estable a los tres años“, afirmó el experto.
Si bien este tratamiento aún no está disponible, se espera que se pueda
probar en más personas y esté al alcance de la población en general en un
mediano plazo.
Fuente
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